Nada ni nadie es infalible, ni tan siquiera la Agencia Tributaria.
Tarde o temprano todos terminamos teniendo algún desencuentro con la Hacienda Pública. Tanto es así que mi maestro en la escuela solía decir «Nada es imposible, excepto Hacienda y la muerte«.
Por algún motivo esta frase se quedó grabada en mi mente. Pero no porque considere que sea verdad.
Tal vez evitar pagar impuestos sea casi tan imposible como evitar la muerte, pero eso no significa que Hacienda siempre tenga la razón.
La Agencia Tributaria no siempre tiene razón. Por eso, aunque todo parezca perdido, puede que exista una solución alternativa a la que te ofrece la Administración Tributaria. Y cuando ésta no sigue los cauces legales, por nimio que parezca el error, lo mejor es defenderse.
